Tremenda e inevitable realidad es la Muerte.¡Si pudiéramos escapar de ella!, ¡Si pudiéramos encontrar la fuente de la eterna juventud!, ¡Qué duro es ir envejeciendo perdiendo facultades y sabernos cada día más y más cerca de ese misterioso y temido trance!.
Pero,¿Qué es la Muerte?,¿Qué nos dice nuestra Fe Católica acerca de ella?,¿Es que todo acaba con la Muerte?,¿No hay nada más allá?.
Hemos visto en algún entierro escenas trágicas de desesperación acompañadas de alaridos y desvanecimientos. Pero también hemos presenciado sepelios colmados de Fe y alegría a pesar de las lágrimas por la ausencia del ser querido.
¡Qué bueno que en la palabra de Dios encontramos consuelo y respuesta a tan angustiantes preguntas!. Cristo Nuestro Señor no podía habernos dejado en la ignorancia y angustia ante la Muerte.
En su propia Muerte y sobre todo en su Resurrección Gloriosa, el Creyente, el Católico encuentra la Verdad y el sentido de la Vida, de la Muerte y del más allá de la Muerte.