Quisiéramos, pero no podremos evitarlo. Llegará inevitablemente, solo Dios sabe cuando, si en la adolescencia, en plena madurez o en avanzada ancianidad. Llegará súbitamente o después de una larga enfermedad o en un accidente... pero llegará sin duda la muerte para un pariente cercano o para cada uno de nosotros. Y hay que estar tranquilamente preparados para cualquiera que sean las circunstancias.
En primer lugar, por supuesto, vivir en santidad, en Gracia de Dios, confesados y libres de pecados mortales, pero también preparados los necesarios trámites para el entierro.
Los familiares acudirán en busca de un Sacerdote para celebrar una Misa de cuerpo presente, pero no siempre es posible encontrarlo ya que hay una gran escasez de Sacerdotes. Para ese caso, el presente folleto EVC les proporciona un modelo de oraciones tomadas del ritual oficial de la Iglesia, que puede ser dirigido por alguno de los presentes.