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La celebración de nuestra Fe católica tiene su propio ritmo que no coincide con el año civil que empieza el 1º de enero. La Liturgia de la Iglesia nos propone su propio ??Año Litúrgico? que da comienzo preparando la Navidad durante todo el mes de diciembre en lo que se llama tiempo de Adviento. Es un tiempo fuerte de meditación y austeridad, simbolizada por los ornamentos sacerdotales color morado, tendiente a preparar nuestras almas a la comprensión, en cuanto sea posible, de maravilloso misterio de la Encarnación, de Dios Todopoderoso, Creador de Cielos y Tierra, dueño del Universo entero, Causa Primera y necesaria de todo lo que existe, hecho hombre y naciendo entre nosotros en extrema pobreza.
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