No hay que hacernos ilusiones: no estamos todavía en el Paraíso.
Por más que luchemos para evitar los sufrimientos y las penas, éstas van de la mano de la vida en este ??valle de lágrimas?.
No podemos escapar de trabajos, fracasos, enfermedades, desilusiones y al fin de la muerte.
Y es entonces cuando queremos ser consolados, cuando buscamos una solución, un alivio.
En este Folleto EVC, se abordan dos niveles en los cuales podemos encontrar un consuelo en las penas que nos agobian.
El primero de ellos es el nivel de la simple razón, ubicando el dolor en su justa dimensión, porque no debemos dar caracteres dramáticos a cosas que realmente no lo tienen.
Un segundo nivel es el de la Religión, que nos hace comprender, a la luz del sufrimiento de Cristo por nosotros en el Calvario, el poder salvífico de nuestros propios sufrimientos.
En la oración, en los Sacramentos y en especial en la fervorosa Comunión, Dios nos consuela de modo maravilloso.